El riesgo de
ACV puede modificarse mediante una mejor prevención del embolismo cardíaco,
mediante el enlentecimiento de la aterosclerosis o con el tratamiento de la
estenosis carotídea. Utilizar un programa de rastreo denominado “Brain Screen” aplicable a la
población senil resulta eficaz. Los participantes son sometidos a un examen neurológico completo, análisis computarizado de la
marcha, Doppler de carótidas y determinación sérica de lípidos y de
homocisteína. El programa de rastreo de factores de riesgo permite identificar factores
(hasta el momento desconocidos por los ellos): hipercolesterolemia, homocisteína
elevada, más de 1 mm de espesor en la pared de carótida y estrechamiento de los vasos. Más del tercio de estos factores de
riesgo es tratable y de allí la importancia de su detección precoz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario